Asados y Punto

El parrillero alfa siempre tiene el control de la parrilla:

No importa si hay otros asadores en la fiesta, tú eres el que manda en ese territorio de fuego y carbón. ¡Nadie se atreve a cuestionar tus decisiones!

La carne es sagrada.

Nunca, pero nunca, se te ocurra maltratar una buena pieza de carne. El parrillero alfa respeta a la carne y la cocina con amor y dedicación. Si no sabes distinguir un corte de carne de otro, ¿qué estás haciendo en la parrilla?

El fuego es tu amigo.

El parrillero alfa sabe controlar el fuego como un verdadero mago. No importa si es una parrilla de gas, carbón o leña, tú sabes cómo manejarla para que la carne quede perfecta. ¡El fuego es tu aliado, no tu enemigo!

La cerveza es tu mejor compañera.

Un parrillero alfa siempre tiene una cerveza fría en la mano. Es el combustible que necesitas para mantener la energía y la creatividad en la parrilla. ¡Sin cerveza, no hay parrillada!

La salsa es el toque final.

Un parrillero alfa sabe que la salsa es el complemento perfecto para una buena carne asada. Ya sea salsa barbacoa, chimichurri o salsa picante, tú sabes cómo darle ese toque especial a cada platillo. ¡La salsa lo es todo!

La parrilla es territorio sagrado. 

El parrillero alfa defiende su parrilla como si fuera su propio reino. No permitas que nadie más se acerque a tu territorio sin tu permiso. ¡La parrilla es tuya y de nadie más!

La parrilla es para compartir.

Aunque seas el parrillero alfa, recuerda que la parrilla es un lugar de convivencia y alegría. Comparte tus habilidades con los demás y disfruta de una buena parrillada en compañía de tus seres queridos. ¡La carne siempre sabe mejor cuando se comparte!

Así que ya lo sabes, querido lector, si quieres convertirte en un verdadero parrillero alfa, sigue estas reglas al pie de la letra y conquista la parrilla como un auténtico maestro de la carne asada.

¡Buen asado y que viva la parrilla!

Las 5 reglas de un parrillero alfa

1. Ingredientes de calidad:  La clave para comer sabroso es comenzar con la mejor materia prima.. Si compras ingredientes de buena calidad (y no los quemas) obtendrás muy buenos resultados.
2. El equipo correcto: utilizar el equipo correcto es fundamental para lograr el objetivo de deleitar a la familia y amigos.
3.  La técnica: Saber qué hacer lo primero es tener la receta. Después, saber cómo prepararla. Y sólo la práctica te lo da. Cuando termines una parrillada y estés en un momento de tranquilidad reflexiona qué se puede corregir, buscando la mejora continua.
4.  Planeación correcta: en el tiempo, poco a poco y cada vez con más experiencia te irás convirtiendo en un experto y en el Parrillero Alfa de tu familia y amigos. La planeación es fundamental. Cuando ya no te estreses y todo fluya de maravilla quiere decir que dominaste la técnica; te sientes seguro, tranquilo porque ya tienes todo perfectamente planeado y organizado. Así como un mapa te indica en donde estás y cuánto te falta para llegar a tu destino, haz lo mismo durante tu parrillada. Ten un “menú” o más bien la lista o el plan (muy sencillo) de lo que vas a asar. Así sabrás qué hacer primero y no olvidarás nada. Además, recuerda que el asado no espera a nadie, el comensal espera al asador.
5. Anfitrión: Un buen anfitrión, aparte de ser buen organizador, tiene que ser un buen «relaciones públicas» y debe saber hacer presentaciones, conversar, e incluso debe saber cómo salir de situaciones embarazosas o incómodas. Debe tratar de crear un ambiente agradable para todos sus invitados.