No colocar la parrilla en un lugar de alto riesgo. El carbón recién encendido tira chispas que pueden quemar pisos de madera, pasto sintético o árboles y ramas secas. Ten cuidado de no poner tu parrilla en el paso donde circulan las personas en especial niños y mascotas.
Encender el carbón en el momento de querer comer. Es necesario darle el tiempo suficiente.
La carga mínima debe de ser de 3 kilogramos. Siempre ten a la mano una o dos bolsas de 2,5 kg para no salir corriendo a comprar más a la mera hora. Si tu parrilla es de gas asegúrate de tener un tanque lleno o considera la instalación de una conexión directa al tanque estacionario de la casa.
Es un error común utilizar demasiado carbón porque la comida se te puede quemar. Una vez que enciendas el carbón en tu parrilla, con una pala metálica coloca dos o tres capas de brasas en la mitad de tu parrilla y una sola capa en la otra mitad. De esta manera tendrás dos temperaturas en tu asador.
Si la parrilla es de carbón retira todas las cenizas de la parrillada anterior. Limpia la tapa para eliminar el hollín. Si la parrilla es a gas asegúrate de que no estén tapados los orificios de donde sale el combustible. Los residuos de comida en la parrilla se carbonizan y alteran el sabor de lo que vas a asar. El exceso de grasa de la última parrillada debe ser eliminado para evitar malos olores y posibles incendios.
No medir los tiempos de cocción correctamente. Encender el carbón se tarda aproximadamente 30 minutos. Un asador a gas se debe encender 10 minutos antes de empezar a asar. Considera los tiempos de las marinadas.
No usar el sentido común en cuanto a la higiene. En una parrillada se deben utilizar los mismos conceptos que en una cocina: no dejar alimentos crudos expuestos al sol y evitar la contaminación cruzada utilizando fuentes diferentes para alimentos crudos y asados. La comida asada que no se va a consumir deberá ser refrigerada.
No coloques salsas BBQ antes de tiempo. Las salsas BBQ por lo general contienen miel de abeja o azucares, los cuales expuestos a la intensidad del calor se queman y arruinan el pollo o las costillas. Una vez que la carne esté asada se barniza con la salsa BBQ.
No adaptarse al clima. Demasiado viento hace que se consuma más rápidamente el carbón. Si empieza a llover hay que tener un techo dónde proteger el asador para que no se apague. Tampoco se debe trabajar a pleno rayo de sol sin ninguna sombra.
Nunca abandones tu asador funcionando o encendido sin la vigilancia de una persona adulta y responsable.
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